Empieza a teclear lo que buscas...
closeMcKinsey & Company recoge en Organizing for the future: Nine keys to becoming a future-ready company los resultados de una investigación a partir del análisis de 30 organizaciones acerca de cómo han de estructurarse las empresas del futuro.
Covid-19 ha acelerado muchas tendencias y ofrece una oportunidad de cambio única a las empresas, que han de comprender que la reglas y normas que hasta ahora podían considerarse validas ya no lo son. Los modelos empresariales tradicionales, cuyas raíces se remontan a las revoluciones industriales de los siglos XVIII, XIX y XX, necesitan se revisados dado el impacto de cuatro megatendencias interrelacionadas entre sí que están configurando el nuevo mundo post Covid-19:
- Mayor conectividad
- Bajos costes de transacción
- Automatización sin precedentes
- Cambios drásticos en las expectativas y exigencias sociales
La investigación desvela, a su vez, nueve imperativos que situarían a cualquier organización en una posición de ventaja competitiva frente a las demás en el nuevo escenario de futuro. Unas características y palancas de gestión que se estructuran en torno a tres preguntas clave: ¿quiénes eres? ¿cómo operas? ¿cómo vas a crecer?
¿Qué hacer ante esta situación?
-
Definir un propósito que vincule los objetivos de negocio con el impacto social, ético y medioambiental y que responda a la identidad de la organización. Para ello es clave seguir un método riguroso y una estrategia 360º en la que se tengan en cuenta a todos los grupos de interés, especialmente a los empleados.
-
No perder de vista el propósito de la empresa, que debe actuar siempre como filtro para la toma de decisiones.
-
Dar ejemplo es clave para influir en los comportamientos deseados, especialmente cuando se trata de principios éticos, y es un elemento crucial para que los valores penetren y sean vividos de la misma forma por todos todos los empleados.
-
Fomentar una cultura flexible y basada en la confianza, y reforzar los valores corporativos ya que en situaciones de crisis o ante la adopción de nuevos formatos híbridos o digitales de trabajo pueden verse erosionados.
-
Transmitir la cultura de la empresa en cada mensaje corporativo, prestando atención a los comunicados internos y facilitando unas directrices claras a todos los empleados (empezando desde los escalafones superiores) para que sus conversaciones vayan alineadas con los valores de la compañía.
-
Adoptar estructuras planas que involucren a los empleados en la toma de decisiones y les otorguen mayor niveles de responsabilidad facilitando a la organización decidir y actuar con mayor agilidad y rapidez.
-
Aplicar modelos ágiles e innovadores para mantener la competitividad.
-
Seleccionar en base a los valores corporativos a aquellos empleados o colaboradores externos que vayan a formar parte del ecosistema propio.
-
Adquirir habilidades en materia de datos, especialmente en las áreas de comunicación y marketing, porque estos empiezan a ser el alma de muchos modelos de negocio.
-
Fomentar una cultura interna en la que la experimentación sea la norma, donde se premie la innovación y no exista miedo al error.
RETOS Y OPORTUNIDADES
- Apoyarse en la cultura interna, dar mayor horizontalidad a las estructuras, favorecer la toma de decisiones, ser más ágiles en los equipos y en la organización en su conjunto, y crear o formar parte de un ecosistema son retos ligados, todos ellos, al cambio de mentalidad que necesitan las empresas que quieran liderar con éxito el mundo post Covid-19.
Para saber más puedes acceder aquí.