Los intangibles estratégicos han pasado a representar más de la mitad del valor total de las principales empresas. Recursos y activos empresariales vinculados a la percepción, la emoción, la afinidad o el engagement como reputación, marca, comunicación, sostenibilidad, asuntos públicos...

Fieles a la visión de que la gestión de estos intangibles nos ayuda a fomentar la excelencia en la empresa; las compañías que conforman esta fundación comparten el lema corporativo «Leading by Reputation», que responde a los retos del nuevo ciclo económico en el que las organizaciones compiten por ganarse la confianza y el reconocimiento de los grupos de interés con los que se relacionan.


Preguntas frecuentes

¿Qué son los activos intangibles?

Los intangibles son recursos no físicos que tienen valor económico y pueden proporcionar ventajas competitivas a una empresa. A diferencia de los activos tangibles como maquinaria o edificios, los intangibles no tienen una presencia física pero pueden ser extremadamente valiosos. Ejemplos de activos intangibles incluyen recursos como la marca (que son propiedad de la empresa), o activos como la reputación, el capital humano y la confianza (que no son propiedad la empresa pero se pueden gestionar).

Los intangibles que son clave para Corporate Excellence constituyen nuestras principales líneas de trabajo: reputación y riesgo reputacional, propósito y cultura, marca, comunicación, sostenibilidad, asuntos públicos, el talento y las métricas de manera transversal.

¿Qué es la economía de los intangibles y cómo surge?

A partir de los 90s, con la globalización, la apuesta por el I+D y la llegada de internet, los expertos comenzaron a identificar que los intangibles estaban ganado relevancia en las organizaciones, dejando claro que la valoración de estos activos debería incorporarse a los modelos de gestión por su impacto en la generación de valor económico en las empresas y en la economía en general. Este movimiento empresarial da comienzo a un nuevo ciclo económico al que podemos denominar «economía de los intangibles» o «economía del conocimiento» en el que las economías avanzadas transitan de la producción industrial tradicional hacia sectores más centrados en el conocimiento y la información donde se convierten en los principales motores de crecimiento y competitividad.

¿Por qué son importantes los intangibles?

El 50% del valor de las empresas que cotizan en bolsa reside en sus intangibles, llegando a alcanzar el 85% en algunos sectores (según Global Intangible Financial Tracker de Brand Finance). Por lo que su excelente gestión es ya una necesidad para el valor de negocio.

Además, la buena gestión de cada uno de los intangibles introduce a las empresas en un círculo virtuoso hacia la excelencia corporativa:

  • Rompe silos fomentando la relación entre departamentos para lograr una gestión integral de los intangibles.
  • La medición y evaluación constante ayuda a tomar decisiones estratégicas más inteligentes, basadas en datos y vinculadas directamente con el negocio.
  • Crea una identidad fuerte, coherente, transparente y auténtica alineando la compañía y ayudando a que se diferencie ante la competencia.
  • Introduce un visión multistakeholder, fomentando la escucha y buscando el bienestar de todos los públicos maximizando,así, el engagement y reteniendo mejor talento.
  • Provoca una búsqueda de mejora constante fomentando la innovación continua que es crucial en mercados dinámicos y competitivos.
  • Introduce la visión a largo plazo en el core del negocio, ayudando a la empresa a adaptarse a cambios del mercado y a crisis, debido a su naturaleza flexible y escalable.

En definitiva, el tiempo ha demostrado que basar su producción en activos intangibles ayuda a las empresas a conseguir la confianza de sus públicos y con ello la legitimidad de operar. Al mismo tiempo que construyen una diferenciación no copiable a largo plazo que les hace ser resilientes y les impulsa a crecer en el mercado de forma sostenible en el tiempo, generando, a su vez, un impacto positivo en las comunidades en las que impactan.

¿Cómo se gestionan los intangibles?

En primer lugar, la empresa debe gestionar de forma excelente cada uno de los intangibles clave. El PR & Comm Model identifica seis building blocks que ayudan a generar y proteger el valor para las empresas: comenzando por el Propósito y Cultura Corporativa; pasando a gestionar la Marca, la Sostenibilidad y la Reputación y Riesgos Reputacionales; poniéndolo en valor desde la Comunicación; y evaluándolo y consiguiendo una inteligencia conectada midiendo cada uno de ellos.

A la hora de gestionarlos y aterrizarlos a los procesos corporativos, la hoja de ruta de Corporate Excellence sirve como guía para gestionar estos intangibles en diferentes fases: 1) Identificar y priorizar los stakeholders, y definir y activar con ellos la identidad y el propósito. 2) Establecer métricas y modelos que nos ayuden a valorar los intangibles y nos permita subirlos al cuadro de mando del negocio. 3) Construir un modelo de gestión que rompa silos y garantice una gestión integral de los intangibles. 4) Vincular los indicadores de intangibles con los de negocio y con los programas de compensación. 5) Desarrollo de una estrategia de diferenciación sostenible e integrada en el negocio para lograr la diferenciación no copiable y la legitimidad y confianza de los stakeholders.

Ejemplos de intangibles y casos prácticos

Los casos de buenas y malas prácticas analizadas en la serie de contenidos Practice in Action son un claro ejemplo de cómo empresas o entidades reales han gestionado los intangibles en la práctica.

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