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closeLa edición número 21 de la CEO Survey de PwC recoge la visión de 1.293 CEO de 85 países diferentes. Los resultados de esta edición muestran que los directores generales de todo el mundo se sienten optimistas acerca del crecimiento económico, pese a un entorno lleno de incertidumbre geopolítica, malas conductas empresariales y el daño potencial que la inteligencia artificial puede ocasionar al empleo. El informe desvela otro hecho importante: la dicotomía entre las buenas previsiones económicas globales y la menor confianza en la buena marcha de sus propios negocios.
CEO Survey se divide en distintos apartados. En el primero de ellos se les plantea a los CEO una serie de preguntas sobre su pronóstico acerca del crecimiento económico global y el de su propia compañía en los próximos 12 meses, sobre las iniciativas a impulsar a corto-medio plazo, los países que considera más importantes para su empresa y sobre su perspectiva a más largo plazo.
El segundo bloque se centra en las amenazas percibidas: cuánto les preocupan riesgos como el terrorismo, el populismo, la sobrerregulación, el cambio climático, los ciberataques y otros muchos; o qué opinión les merecen cuestiones como la creciente presión sobre los líderes empresariales para dar resultados a corto plazo o la falta de confianza en las organizaciones y los gobiernos.
El tercer y último apartado aborda aspectos relacionados con la globalización y sus efectos positivos y negativos.
¿Qué hacer ante esta situación?
- Adoptar nuevos sistemas para medir la contribución a la generación de valor que no solo miren hacia el crecimiento económico sino también hacia el progreso social. Incorporar medidas de éxito alternativas a las actuales (PIB o valor para el accionista) y apostar por los indicadores no financieros que tengan en cuenta la creación de valor y contribución positiva de las compañías en las comunidades en las que se asientan.
- Cuestionarse sobre los objetivos empresariales y las métricas que los evalúan. ¿Qué estamos haciendo con el talento? ¿Cuáles son nuestros planes de innovación? ¿Cómo están de alineados nuestras acciones con el propósito o misión de la compañía? ¿Cómo nos perciben nuestros grupos de interés? ¿Nuestros clientes están satisfechos? ¿Están nuestros empleados, comprometidos? ¿Estamos contribuyendo en algo a nuestra comunidad y a la sociedad en general?
- Utilizar la tecnología para favorecer los sistemas de inteligencia social y ser capaces de dar respuesta a nuevas necesidades y expectativas.
- Educar para el futuro. Los sistemas educativos han de equipar y capacitar a los ciudadanos con las habilidades adecuadas para construir organizaciones excelentes y favorecer el progreso social. Gobiernos, empresas y comunidades deben trabajar conjuntamente para aunar el talento con las oportunidades mediante nuevos enfoques pioneros, y así formar a los empleados en aquellas habilidades requeridas en un mercado de trabajo activado por la tecnología.
- Impulsar organizaciones con propósito. Las expectativas sociales con respecto a las empresas son altas. Por ello, cada empresa necesita definir su propósito más allá de los objetivos financieros e incorporar un conjunto más amplio de valores compartidos y expectativas de comportamiento. La tarea más importante de los CEO es precisamente comprometerse con ese propósito común y esos valores, y hacer que calen en su organización. Más allá de las palabras, su propio comportamiento deberá reflejarlo.
RETOS Y OPORTUNIDADES
- Las innovaciones tecnológicas como la inteligencia artificial abren nuevos caminos, pero también despiertan temores. El riesgo de desplazamiento de la mano de obra humana está ahí, pero no tiene porqué ser la única posibilidad. Las tecnologías emergentes pueden dar respuesta a necesidades humanas de forma novedosa (por ejemplo, telemedicina, aprendizaje a distancia) y crear nuevas industrias y modelos de empleo que pueden ser más creativos y gratificantes.
- La geopolítica va a desempeñar un papel crítico en cómo los líderes plantean su estrategia empresarial, ya sea por la reforma fiscal en Estados Unidos, las conversaciones del brexit, la amenaza independentista en Cataluña o el papel futuro de China. Esto abre un abanico de posibilidades para los países que son capaces de ofrecer condiciones mejores y más seguras para las compañías.
- El paulatino desfase entre el crecimiento económico global por un lado y el progreso social por otro es otra tendencia que debe tenerse en cuenta. Durante décadas avanzaron al unísono, pero hoy una buena parte de la población en muchos puntos del planeta siente que les ha abandonado un sistema que ya no promete una vida mejor para sus hijos.
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