Noticia
02 junio, 2021
BBVA amplía sus retos sostenibles tras pulverizar la meta de financiación
A BBVA se le han quedado pequeñas las metas de sostenibilidad que se ha impuesto; tanto, que ya está pensando en revisarlas. El banco presidido por Carlos Torres fue uno de los pioneros en ir más allá de los compromisos internos en defensa del medio ambiente y decidió poner el dinero a trabajar para que sus clientes dispusieran de recursos para enfrentar la lucha contra el cambio climático y la transición hacia una economía más verde. Ahora quiere elevar la apuesta.
El compromiso asumido en 2018 de movilizar 100.000 millones de euros hasta 2025 en sostenibilidad es el que centra su meta.
El banco ya iba con adelanto cuando hizo el año pasado el recuento de lo que llevaba movilizado entre 2018 y 2020, pero eso no le ha hecho pisar el freno. BBVA ha dado una nueva vuelta de tuerca a su andanada en el primer trimestre de este año y ha sumado más de 8.000 millones de euros extra a la cifra que tenía acumulada.
Adelanto
Eso supone hacer en tres meses casi la mitad de todo lo conseguido el ejercicio pasado y llevar el total acumulado desde 2018 hasta los 59.000 millones de euros, según los datos oficiales a marzo del banco. Lleva casi el 60% de su compromiso global a 2025 en poco más de tres años y le quedan cerca de otros cinco para conseguir los 40.000 millones restantes.
Pero ésta no será la cifra final. El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, ha anticipado que habrá una nueva cantidad más alta a corto plazo. Y no sólo por el deseo de ayudar a la humanidad, sino también a ellos mismos.
“Es una prioridad estratégica para nosotros y lo hacemos porque es bueno para la sociedad y para nosotros, pero también porque es rentable y hay mucho negocio. Hay mucho dinero en inversiones sostenibles y numerosos préstamos que dar. Por eso vamos a subir la cifra pronto”, aseguró durante la presentación de resultados del primer trimestre.
La mayor parte del dinero movilizado por BBVA ha sido en forma de financiación verde (cerca del 60% del total), pero también hay fondos que han ido a la inclusión financiera y el emprendimiento, a las infraestructuras sociales, al agrobusiness y a otras iniciativas sostenibles.
BBVA no es el único banco que se ha visto sorprendido por el impulso que ha tomado el dinero verde. Deutsche Bank anunció hace unos días que adelanta dos años, a 2023, su compromiso de movilizar 200.000 millones de euros en financiación sostenible y eso que la entidad alemana se había puesto esa meta en 2020, mucho más tarde que otras firmas y cuando la marea ESG (siglas en inglés de medioambiental, social y de gobernanza) ya estaba en pleno apogeo.
Los bancos de todo el mundo se han dado cuenta de que son la puerta por la que muchas empresas entran en la sostenibilidad y que tienen la responsabilidad “de ayudar a los clientes en la transición hacia el futuro sostenible”, señala BBVA.
Con esa idea en la cabeza, la entidad acaba de revisar su plan estratégico para dar un impulso a la sostenibilidad en todas sus vertientes.
Lo ha hecho con dos nuevos compromisos. BBVA dejará de financiar a empresas que tengan actividades relacionadas con el carbón. Su exposición será nula antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto de los mercados donde tiene presencia.
Para 2050, además, todas sus carteras de crédito y de inversión serán neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero.
Y pronto se unirá a estas dos medidas el aumento del dinero a movilizar en ESG.
Acompañamiento
Para no dejar por el camino a las empresas que utilizan sus servicios y que operan en segmentos más contaminantes, BBVA complementará su estrategia con la asesoría sostenible para cambiar los modelos de negocio. Usará su “posición para influir sobre el comportamiento de los clientes”, destaca.
Tampoco olvidará el flanco social. Dentro de su estrategia ESG, BBVA pondrá especial atención en apoyar la prestación de servicios financieros a los colectivos desbancarizados.
Abril, I. (2 de junio de 2021). BBVA amplía sus retos sostenibles tras pulverizar la meta de financiación. Expansión, pp. 26.