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La transformación de una petrolera finlandesa en líder global del combustible renovable. En 2015, la petrolera finlandesa Neste Oil eliminó el término petróleo (oil, en inglés) de su marca. Este sencillo gesto tipográfico fue sin embargo la manifestación de una profunda transformación en la empresa que había empezado a fraguarse años atrás.
«Los productos basados en materias primas renovables se han convertido en una parte importante del negocio de Neste y la palabra “petróleo” como referencia al combustible fósil crudo ya no da una imagen global correcta de la empresa», dijo por aquel entonces Matti Lievonen, presidente y CEO de Neste en una nota de prensa oficial.
Este cambio de denominación se convirtió en hito y símbolo del recorrido llevado a cabo por Neste, que en solo diez años ha pasado de ser una petrolera clásica a convertirse en el mayor productor de diésel renovable en el mundo.
¿Qué vas a descubrir en este caso?
- La importancia del propósito corporativo como fundamento de la estrategia. Un cambio tan profundo en el modelo de negocio requiere una redefinición del propósito de la compañía. Definir unos objetivos claros y dotarlos de significado mediante un propósito para después comunicarlos internamente contribuye a que la plantilla entienda mejor los porqués de una estrategia y se sume a ella con entusiasmo.
- El rol de los empleados y la necesidad de desarrollar nuevas capacidades internas. Una de las grandes lecciones del caso Neste es la habilidad de transformar las capacidades de toda una plantilla, acostumbrada a trabajar de una determinada forma, para encarar una nueva realidad y adaptarse a ella con éxito.
- Cómo identificar oportunidades en las crisis. Neste, como otras empresas en su situación, ha sabido superar con éxito tres crisis: una de compromiso cuando sus empleados se mostraban reacios al cambio, un conflicto cuando las distintas áreas de la empresa tenían diferentes perspectivas sobre conceptos nuevos y una de identidad cuando dejó de ser una empresa petrolífera para convertirse en una compañía sostenible.
- La necesidad de redefinir y establecer metas para avanzar y contar con pruebas de realidad. En 2020, Neste revisó su estrategia y estableció un nuevo objetivo: convertirse en líder en energía renovable y soluciones circulares. Una ambición que se materializa en dos metas basadas en un mismo propósito: crear un planeta más saludable para las nuevas generaciones. Las metas son alcanzar una producción neutra en carbono para 2035 y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de sus clientes en al menos 20 millones de toneladas anuales hasta 2030.
