Cargando...
Artículo
05 diciembre, 2025
Claves para perdurar: cómo actúan las empresas que trascienden en el tiempo
Entender qué impulsa la durabilidad empresarial requiere observar cómo evolucionan las compañías que han logrado mantenerse relevantes a lo largo del tiempo, aquellas a las que llamamos “empresas centenarias”. Su trayectoria muestra que la continuidad no depende únicamente del rendimiento del negocio, sino de la capacidad de articular un equilibrio entre legado y transformación.
Estas organizaciones combinan la explotación del negocio actual con la innovación, integran una visión multistakeholder y construyen una reputación sólida que sostiene su credibilidad con el paso del tiempo. En un entorno empresarial dinámico y competitivo, analizar estas palancas de perdurabilidad resulta especialmente útil para comprender cómo se sostiene el éxito a largo plazo.
Distintos autores -como Drucker, Porter, Collins, Christensen, Elkington, Freeman, Stadler, Hamel, Porras, Prahalad o Handy- han profundizado en los atributos que caracterizan a las organizaciones longevas. Sus aportaciones permiten identificar pilares comunes relacionados con aspectos como la cultura organizacional, la identidad, el liderazgo, la marca, la gestión de stakeholders y la capacidad de adaptación al cambio. De esta forma, emerge un conjunto de factores que explican cómo se construye y se mantiene la durabilidad corporativa.
1. Cultura organizacional sólida y propósito diferenciador
Las empresas que perduran suelen asentarse sobre una cultura organizacional robusta que orienta su evolución. Los valores compartidos son vividos por todos los miembros de la organización y se convierten en una referencia estable que permite avanzar con coherencia, incluso en escenarios de cambio.
En este sentido, el propósito corporativo ha adquirido peso en la agenda empresarial como razón de ser de la organización y como palanca de transformación. Integrarlo en la estrategia de negocio, implantarlo y activarlo permite reforzar la capacidad de las organizaciones para generar confianza y orientar sus acciones en momentos complejos.
Junto al propósito, las empresas centenarias también desarrollan y protegen sus competencias clave: aquellas capacidades y habilidades que les permiten adaptarse y reinventarse de forma continua, protegiendo y sosteniendo su continuidad.
2. Enfoque multistakeholder
La teoría de los stakeholders desarrollada por Freeman sostiene que las organizaciones deben tener en cuenta los intereses de todos los grupos de interés -empleados, clientes, proveedores y comunidades- y no solo los de los accionistas. Las empresas que gestionan de forma equilibrada estas expectativas logran construir relaciones estables que fortalecen su resiliencia y les permiten aprovechar mejor las oportunidades de crecimiento. Este enfoque ampliado facilita una comprensión más completa del negocio y se convierte en un componente esencial de la durabilidad.
3. Liderazgo visionario, responsable y transformador
El liderazgo que contribuye a la longevidad corporativa, entendido como liderazgo responsable y consciente, se caracteriza por su orientación al propósito y su anclaje a una cultura basada en valores y principios. Este tipo de líderes prioriza la contribución, la reciprocidad y el bien común, buscando generar valor más allá del corto plazo, un impacto positivo y un legado duradero. De esta forma, se crean organizaciones resilientes y sostenibles.
4. Marcas fuertes, relevantes y auténticas
La marca corporativa actúa como plataforma de relación con los grupos de interés, a través de diversos puntos de contacto. De esta forma, las marcas más relevantes y auténticas logran formar parte de la vida de las personas como un elemento de conexión emocional. Esta solidez relacional es clave para la durabilidad corporativa. Las organizaciones cuya marca es capaz de conectar de manera genuina y sostenida resisten mejor los cambios del entorno, gestionan con mayor resiliencia los momentos de tensión y mantienen un vínculo de confianza que perdura incluso en contextos de incertidumbre.
5. Comunicación y narrativa corporativa centrada en el propósito e identidad de la compañía
La comunicación estratégica juega un papel fundamental en la creación de confianza, influyendo también en la construcción de relaciones sólidas con los grupos de interés. Una comunicación constante, abierta y bien orientada permite acercarse a los stakeholders, adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado, visibilizar el valor interno de la organización y gestionar mejor las crisis.
6. Foco en la innovación
La innovación constituye uno de los motores principales de la perdurabilidad. Permite a las organizaciones responder a nuevas demandas y adaptarse a los cambios del entorno. Como motor de desarrollo, posibilita la creación de nuevas combinaciones de productos, procesos y modelos de negocio que sostienen el crecimiento y el valor de la compañía. Las empresas longevas no tratan la innovación como un proyecto puntual, sino como una práctica continuada e integrada.
7. Orientación a largo plazo
Pensar en el largo plazo es clave para construir estabilidad. Las organizaciones que perduran suelen articular una misión y una visión claras que trascienden los beneficios inmediatos y que integran criterios de sostenibilidad económica y social.
8. Contribución e impacto positivo
Las organizaciones que desarrollan una ventaja competitiva sostenible son más propensas a perdurar. Son aquellas que miden su impacto y buscan generar un beneficio a las generaciones futuras a través de acciones actuales. Priorizan el bienestar y el progreso social, y se orientan a hacer una contribución positiva y activa a la mejora del entorno y de la sociedad.
9. Aprendizaje, gestión del cambio y desarrollo del talento
El aprendizaje continuo ayuda a las organizaciones a identificar cómo sus decisiones influyen en el contexto que las rodea. Por eso, promover entornos que favorezcan la formación y capacitación del talento, la exploración constante y la flexibilidad resulta esencial para afrontar cambios con agilidad y sostener un avance firme en el tiempo.
Hacia una visión integrada de la perdurabilidad corporativa
La durabilidad no depende de un único elemento, sino de la combinación de identidad, coherencia, relaciones sólidas, liderazgo e innovación. Las organizaciones que consiguen articular estos factores construyen un modelo que les permite avanzar con estabilidad, adaptarse a los cambios y mantener su legitimidad frente a sus grupos de interés. La experiencia de las empresas centenarias demuestra que la perdurabilidad se basa en decisiones conscientes, en una cultura que sostiene la evolución y en una interpretación amplia del valor que la empresa genera para su entorno.
Trabajar en estos pilares permite a cualquier organización fortalecer su capacidad de evolucionar con sentido y prepararse para construir un legado duradero.
Profundiza en todos estos aspectos descargando nuestro ebook “Empresas centenarias: Legado, Marca y Reputación”.
También puedes conocer la perspectiva de compañías como BBVA, CMI o Iberdrola -entre otras- reviviendo nuestra Conferencia Anual de 2024, donde grandes empresas compartieron las claves que han sostenido su longevidad y capacidad para perdurar en el tiempo.