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06 agosto, 2024

La transversalidad: el gran reto de las organizaciones sin silos

Una afirmación frecuente desde en las primeras décadas del presento siglo era que las oficinas ayudan a las empresas a captar y retener talento. Así, frente a lo que sucedía en las épocas anteriores, los espacios de trabajo debían ser cada vez más agradables y capaces de ofrecer al profesional una experiencia que trascendiera el ámbito de la ejecución de sus funciones para erigirse como un elemento diferenciador que impactase en la cultura corporativa y la satisfacción de los equipos.

Aunque las oficinas siguen siendo cuidadosamente diseñadas y son concebidas como un espacio de bienestar e innovación constantes, la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19 y el confinamiento domiciliario al que esta obligó, hicieron estallar los modelos de trabajo clásicos y aflorar algunas nuevas necesidades de los empleados.

Este cambio de paradigma explica que, desde hace unos años, los nuevos modelos de trabajo sean analizados en el informe Approaching the Future, que Corporate Excellence realiza anualmente para medir las principales tendencias en intangibles trabajadas en las organizaciones. En su edición de 2024, el informe sitúa esta cuestión como la octava tendencia más importante, con una puntuación que se mantiene estable desde 2022 y en una senda de la consolidación que la lleva a ser trabajada ya por el 42,1% de las organizaciones.

La búsqueda y diseño de estos nuevos modelos responde a la necesidad de adaptación de las empresas, que deben priorizar a sus equipos en un contexto presidido por la velocidad, la incertidumbre y el cambio.

Desafíos clave en los nuevos modelos de trabajo

La creación de equipos más transversales se alza con el primer puesto entre los retos que las organizaciones detectan a la hora de actualizar sus modelos de trabajo.

  • La necesidad de romper silos e impulsar la colaboración entre departamentos es fundamental para mejorar el ambiente laboral, engrasar el engranaje interno de confianza, fortalecer la cultura corporativa y optimizar el desempeño operativo. Todos estos objetivos requieren de equipos que compartan sus metas y formas de trabajar, facilitando el alineamiento de todos los departamentos con el propósito de la compañía y permitiendo que la estrategia permee en todas las capas de la organización.
  • Un dato que ayuda a entender la relevancia de este desafío es que es mencionado por empresas y profesionales tanto de España como Latinoamérica en una horquilla que en todos los casos ronda el 45%.

La formación y el desarrollo profesional de los equipos es el segundo desafío más significativo. Esta preocupación, presente en un tercio de las compañías consultadas puede parecer un deseo lógico de las organizaciones por facilitar la actualización de sus equipos.

  • Sin embargo, se entiende mejor atendiendo a estudios como el realizado por el World Economic Forum en 2023, donde más de 4.000 CEO de todo el mundo confirmaron la existencia de un impacto negativo muy relevante en la productividad de sus empresas por no contar con el talento y con la fuerza laboral necesaria. Es decir, la formación y el desarrollo de los empleados son una palanca para la productividad y el éxito corporativo que las organizaciones deben priorizar para evitar una más que probable pérdida de competitividad.

La promoción de la salud y bienestar físico, emocional y mental de los equipos cierra el podio de los principales desafíos de las organizaciones en esta materia, al ser una preocupación para el 30,3 % de las compañías.

  • El cambio de mentalidad de la sociedad occidental, las secuelas de la crisis postpandemia y el incremento de la conciencia sobre la necesidad del cuidado integral explican el crecimiento de las expectativas de los empleados respecto a estas cuestiones y la necesidad de las empresas por satisfacerlas.

En otro orden de relevancia, destaca el desafío de impulsar la conciliación y la flexibilidad horaria, cuestión que viene siendo trabajada desde años y en la que, pese al camino por recorrer, se han dado ya importantes avances a nivel global.

El catálogo de retos en los nuevos ámbitos de trabajo lo cierran la implementación de modelos de híbridos y la necesidad de impulsar entornos de trabajo más diversos e inclusivos. Ambas cuestiones responden a la necesidad de las organizaciones de ser punta de lanza del progreso social en sus ámbitos de actuación, diferenciando su marca empleadora y mejorando su posicionamiento.

Las organizaciones que aspiran al triunfo en el contexto actual, de enorme volatilidad y complejidad social, deben enfrentar multitud de retos para satisfacer las expectativas de sus grupos de interés y, especialmente, de unos empleados cuyas necesidades y exigencias se han transformado a increíble velocidad.