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29 febrero, 2024

Más allá de la cuenta de resultados: la importancia de public affairs en el sector del retail

Los asuntos públicos se han convertido en partner indispensable de la estrategia de negocio en el contexto operativo actual. En un mundo en constante reflexión sobre el papel que las empresas están llamadas a ocupar en la sociedad, y en el que las exigencias sobre las organizaciones y su comportamiento son cada vez mayores, los asuntos públicos se consolidan con personalidad propia dentro del día a día de la gestión empresarial. 

El mundo corporativo vive un profundo cambio y el sector retail no es indiferente. De un tiempo a esta parte, estamos viviendo una revisión en la fijación de objetivos de las organizaciones motivados por un mundo en constante cambio, en el que los centros comerciales estamos llamados a afrontar importantes retos económicos, tecnológicos, medioambientales o sociales. 

Para entender el aporte de valor de los departamentos de public affairs dentro de la estructura de las organizaciones, resulta interesante repasar cómo hemos llegado hasta aquí. Y es que, a menudo integrados dentro de los departamentos de negocio, jurídicos, de comunicación, o directamente realizadas por la parte directiva de las compañías, lo cierto es que las labores de public affairs, entendidas en sentido amplio como la gestión de las relaciones de la compañía con su entorno, han sido desempeñadas desde la fundación misma de cualquier organización.  

Esa interacción es normal y necesaria. Pero en un mundo multi-stakeholder, donde los actores involucrados en cualquier decisión son cada vez más numerosos, la gestión efectiva de estos asuntos implica entender y abordar las expectativas y preocupaciones de estas partes interesadas incluyendo una figura en el organigrama interno capaz de entender el contexto operativo más allá del core business de la organización, precisamente para encontrar la tan ansiada sinergia entre compañía y sociedad. 

Así es, precisamente, como se ha ido desarrollando el departamento de public affairs de Unibail Rodamco Westfield en España. Si bien a nivel global llevamos colaborando con las autoridades públicas en todas aquellas cuestiones de interés común más de 50 años, esta labor se ha ido constituyendo en nuestro país de forma orgánica, con perfiles que, desde la parte de negocios, observábamos la importancia de ese rol y el creciente protagonismo que sus implicaciones tenían sobre la parte de negocio.  

En cualquier caso, las funciones de los public affairs son cada vez mayores, pues así lo reclama el entorno en el que las compañías operan. La intersección entre asuntos públicos y los tan llamados intangibles, o todas aquellas métricas que no entran a formar parte del balance de resultados pero que le afectan directamente, se posicionan como clave de éxito en cualquier sector, incluyendo el de los centros comerciales. La gestión de la responsabilidad social, la reputación, la ética empresarial o el famoso propósito de las compañías resulta clave para elementos tan dispares como la licencia operativa, la retención de empleados, la atracción de inversión y otras métricas que atienden a la cuenta de resultados tal y como se ha entendido tradicionalmente. 

Conjugar el entendimiento de la realidad del entorno operativo de la compañía y de nuestro sector en su conjunto es esencial para identificar confluencias con otros actores, que es la base sobre la que se sostiene la tan manida colaboración público-privada. 

En este sentido, el principal reto que afrontamos va ligado precisamente a estas interacciones, que tienen que originarse de una forma genuina, entendiendo el interés legítimo de cada una de las partes, para ser capaz de tangibilizarse en acciones medibles, calendarizables y, por tanto, demostrables, tanto dentro como fuera de la compañía. En el sector, la figura de los profesionales de asuntos públicos está cada vez más normalizada dentro de los organigramas, y el engranaje de la colaboración con otros departamentos (comunicación, sostenibilidad, etc.) está cada vez más asentado.  Aun así, y siguiendo una evolución natural,  establecer métricas que permitan medir el impacto de la función de public affairs dentro y fuera de la organización seguirá siendo uno de los grandes retos de los próximos años.