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29 enero, 2025

¿Qué es la sostenibilidad empresarial?

Sabemos que la sostenibilidad es una de las grandes preocupaciones del tejido empresarial y de la sociedad a nivel internacional. Sin embargo, en ocasiones, el concepto puede inducir a error.  

Por ello, con el objetivo de clarificar y asentar la terminología clave de un intangible tan importante y relevante como lo es la sostenibilidad dentro de la agenda empresarial, desde Corporate Excellence repasamos en este post su evolución.  

Y es que, la sostenibilidad empresarial es un concepto que ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. Originalmente, se asociaba estrechamente con la responsabilidad social corporativa (RSC), que se centraba en las prácticas empresariales que beneficiaban a la sociedad y minimizaban los daños. Sin embargo, con el tiempo, la sostenibilidad se ha consolidado como un concepto más amplio y transversal, abarcando no solo la dimensión ambiental, sino también las esferas económicas, social y de buena gobernanza.  

Evolución desde la Responsabilidad Social Corporativa 

Para entender el concepto de sostenibilidad empresarial, es esencial explorar su evolución desde la responsabilidad social corporativa. En las décadas de 1960 y 1970, la RSC surgió como una respuesta a la creciente presión pública sobre las empresas para que desempeñaran un papel más activo en la sociedad. Este enfoque inicial de la RSC estaba anclado en la filantropía corporativa, donde las empresas se comprometían a donar a causas benéficas, apoyar proyectos comunitarios y mejorar las condiciones laborales de sus empleados. Sin embargo, estas iniciativas a menudo se realizaban de manera aislada y no formaban parte de una estrategia integral de negocio. 

A lo largo de los años 80 y 90, la RSC comenzó a evolucionar hacia una integración más profunda con las estrategias de negocio. Las empresas empezaron a reconocer que la gestión responsable de sus impactos sociales y ambientales podía contribuir al éxito empresarial a largo plazo. Esto llevó a la adopción de prácticas como la mejora de las condiciones laborales, la reducción de la huella ambiental, y el compromiso con la ética y la transparencia. Sin embargo, a pesar de estos avances, la RSC seguía siendo vista en gran medida como una práctica voluntaria y, en muchos casos, como una estrategia para mejorar la reputación de la empresa. 

La emergencia de la sostenibilidad empresarial 

Con el cambio de milenio, la conversación en torno a la RSC comenzó a transformarse. Las crecientes preocupaciones sobre el cambio climático, la escasez de recursos naturales y las desigualdades sociales impulsaron una visión más amplia del papel de las empresas en la sociedad. En este contexto, el concepto de sostenibilidad empresarial comenzó a ganar terreno. A diferencia de la RSC, que a menudo se centraba en acciones individuales y específicas, la sostenibilidad empresarial se presenta como un enfoque más holístico y estratégico que integra consideraciones económicas, sociales y ambientales en el núcleo de las operaciones y estrategias de negocio. 

La sostenibilidad empresarial reconoce que las empresas no operan en el vacío; están intrínsecamente conectadas con la economía global, el medio ambiente y la sociedad. Por lo tanto, para ser verdaderamente sostenibles, las empresas deben considerar cómo sus acciones afectan a todos estos aspectos y trabajar para crear valor no solo para los accionistas, sino para todos los grupos de interés, incluidos empleados, clientes, proveedores, comunidades locales y el medio ambiente. 

Un concepto clave: la Triple Cuenta de Resultados 

Uno de los conceptos clave que subyace a la sostenibilidad empresarial es la idea de la "Triple Cuenta de Resultados" (Triple Bottom Line), que fue popularizada por John Elkington en 1994. Este marco amplía la noción tradicional de resultados empresariales para incluir no solo beneficios económicos, sino también impactos sociales y ambientales. Bajo este enfoque, una empresa sostenible es aquella que tiene éxito económico, pero que también promueve la equidad social y protege el medio ambiente. 

La triple cuenta de resultados ha sido fundamental para ayudar a las empresas a entender que la sostenibilidad no es simplemente una cuestión de cumplir con las normativas ambientales o llevar a cabo actividades filantrópicas, sino que implica una reevaluación completa de cómo operan y crean valor. Este cambio de paradigma ha llevado a muchas empresas a adoptar prácticas más sostenibles, como la reducción de emisiones de carbono, el desarrollo de productos más ecológicos, la implementación de prácticas laborales justas y equitativas, y la transparencia en sus operaciones. 

Un enfoque integral y transversal 

En la actualidad, la sostenibilidad empresarial ha evolucionado aún más allá de la triple cuenta de resultados. Las empresas están reconociendo que la sostenibilidad debe ser parte integral de su estrategia central y no solo un complemento. Esto implica una visión más transversal y holística que considera la sostenibilidad en todas las áreas del negocio: desde la gestión de la cadena de suministro y la innovación de productos hasta las decisiones de inversión y la cultura corporativa. 

Por ejemplo, muchas empresas líderes están adoptando modelos de economía circular, que buscan minimizar el desperdicio y maximizar el uso eficiente de los recursos al diseñar productos y procesos que mantengan los materiales en uso durante el mayor tiempo posible. Este enfoque no solo reduce los impactos ambientales, sino que también puede generar nuevos modelos de negocio y oportunidades de ingresos. 

Además, la sostenibilidad empresarial ahora también incluye una dimensión social más fuerte. Esto abarca desde promover la diversidad, la equidad y la inclusión en el lugar de trabajo hasta garantizar que las prácticas empresariales respeten los derechos humanos y contribuyan al desarrollo social. En un mundo cada vez más interconectado, las empresas están comprendiendo que su éxito a largo plazo está vinculado al bienestar de la sociedad en general. 

La sostenibilidad como imperativo estratégico 

En resumen, la sostenibilidad empresarial ha evolucionado desde un enfoque limitado de responsabilidad social corporativa hacia un concepto más amplio y transversal que integra consideraciones económicas, sociales y ambientales en el núcleo de la estrategia empresarial. Este cambio refleja una creciente comprensión de que, para ser verdaderamente sostenibles, las empresas deben operar de manera que creen valor para todos los grupos de interés, no solo para los accionistas. La sostenibilidad empresarial, por lo tanto, se ha convertido en un imperativo estratégico para las empresas que buscan prosperar en un mundo cada vez más consciente y exigente. 

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