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05 noviembre, 2025
Resultados del GIFT 2025: el valor de los intangibles crece un 23% y consolidan su liderazgo en la economía mundial
En la economía del siglo XXI, los activos más valiosos de una organización ya no se miden en metros cuadrados, maquinaria o inventarios. Se construyen con ideas, relaciones, conocimiento, innovación y confianza. El nuevo informe Global Intangible Finance Tracker (GIFT™) 2025, elaborado anualmente por Brand Finance, confirma esta transformación: los activos intangibles son hoy el principal motor de creación de valor en las empresas y, al mismo tiempo, el área donde más se necesita formación, gestión estratégica y transparencia.
Un estudio que mide lo invisible
El Brand Finance GIFT™ 2025 analiza el valor total de los activos intangibles a escala global y su peso en las economías y sectores empresariales. Se trata de una de las investigaciones más completas disponibles, basada en la valoración de 72.500 empresas en 150 países y 29 sectores, combinando información financiera pública, datos de mercado y la metodología propia de Brand Finance para calcular el enterprise value y deducir el valor intangible implícito.
El estudio no solo mide cuánto valen los activos intangibles, sino también qué sectores y regiones están liderando la transición hacia una economía donde la reputación, el conocimiento, las marcas o la innovación pesan más que los bienes físicos. Y el resultado es claro: vivimos en una economía dominada por lo intangible.
2025: récord histórico del valor intangible mundial
El informe revela que en 2025 el valor total de los activos intangibles ha alcanzado un máximo histórico de 97,6 billones de dólares, un 23% más que en 2024 y muy por encima del pico previo registrado en 2021 (76 billones). En apenas dos décadas, los intangibles se han multiplicado exponencialmente, impulsados por la digitalización, la automatización, la inteligencia artificial y el auge de los datos como recurso económico estratégico.
El crecimiento confirma que los activos intangibles —marcas, propiedad intelectual, software, datos o reputación— se han convertido en los verdaderos pilares del valor empresarial. Ya no son un complemento al negocio, sino su núcleo. La competitividad de una empresa depende, más que nunca, de su capacidad para construir relaciones de confianza, atraer talento, innovar y mantener una marca relevante y coherente en el tiempo.
Una contabilidad que no refleja la realidad
Sin embargo, el informe también alerta de una gran paradoja: la mayor parte de este valor no figura en los balances. Según los datos del GIFT™ 2025, solo el 10% de los activos intangibles están registrados en los estados financieros, y el 83% del valor intangible global permanece oculto. La causa se encuentra en las limitaciones del marco contable internacional (IAS 38), que únicamente permite registrar activos adquiridos, no los generados internamente —como las marcas, la reputación o la innovación desarrollada por la propia empresa—.
Esto genera una desconexión entre el valor real y la información contable disponible, afectando la transparencia y dificultando la toma de decisiones estratégicas e inversoras.
En este contexto, el proyecto de revisión del IASB previsto para 2026 podría suponer un cambio de paradigma, al permitir la capitalización de intangibles creados internamente. Este avance ofrecería un incentivo a los directores financieros y de marketing para invertir en construcción de marca, reputación e innovación a largo plazo, reconociendo su contribución real al valor empresarial.
España: una economía cada vez más intangible
El informe dedica un apartado especial a España, destacando su avance en la economía del conocimiento. Con un PIB proyectado del +2,9% en 2025, nuestro país se consolida como la economía avanzada de mayor crecimiento, según el FMI.
El GIFT™ 2025 estima que el valor intangible total de España equivale al 38% del PIB corriente nacional, y que el 48% del valor total de la economía española es intangible, frente al 36% registrado en 2024. Aun así, tres de cada cuatro euros de ese valor no aparecen en los balances, lo que refleja tanto el potencial como la necesidad de mejorar la medición y comunicación de los intangibles.
El valor intangible nacional se concentra en diez grandes empresas: Inditex, Iberdrola, Santander, BBVA, Amadeus, Telefónica, CaixaBank, Aena, Cellnex y Naturgy. El sector bancario es el que más crece en intangibilidad, con un 27% del valor empresarial total, seguido por utilities y moda, tres industrias donde la confianza, la marca y la reputación son activos decisivos.
El caso español demuestra que los intangibles no son patrimonio exclusivo de las empresas tecnológicas: cualquier sector que dependa de la confianza, la innovación y la relación con el cliente puede generar valor intangible si lo gestiona adecuadamente.
Liderazgo global y dinámica regional
En el contexto internacional, Estados Unidos continúa siendo la economía más intangible del mundo, con un 78% del valor total de sus activos procedente de intangibles. Le siguen Irlanda (76%), Marruecos (71%) y Dinamarca (67%).
El liderazgo estadounidense se explica por el peso de los gigantes tecnológicos y de medios, mientras que Marruecos sorprende al situarse entre los tres primeros gracias al crecimiento de sus sectores financiero y de telecomunicaciones.
Por su parte, China avanza rápidamente hacia la economía del conocimiento, con un nivel de intangibilidad del 31% (+16 puntos en un solo año), impulsada por el desarrollo tecnológico y el auge de empresas como Tencent o China Life Insurance.
En el ámbito sectorial, el Internet & Software sigue liderando en valor intangible (10,1 billones de USD), seguido de semiconductores (8,3 billones) y farmacéuticas (6,5 billones). Compañías como NVIDIA, Microsoft y Apple encabezan el ranking mundial, evidenciando que la innovación tecnológica y la confianza de los mercados son hoy los factores más determinantes para el crecimiento.
De los resultados a la acción: por qué las empresas deben gestionar sus intangibles
Los datos del GIFT™ 2025 son una llamada a la acción para los líderes empresariales. Si los intangibles representan ya tres cuartas partes del valor global, resulta imprescindible profesionalizar su gestión y su medición.
Las organizaciones que integran la gestión de intangibles en su estrategia corporativa —son más resilientes, más atractivas para el talento y más capaces de generar confianza entre sus grupos de interés.
En este sentido, la formación directiva en gestión de intangibles se ha convertido en una necesidad crítica. No se trata solo de valorar económicamente los activos intangibles, sino de saber cómo activarlos, protegerlos y comunicarlos. Requiere comprender el impacto de la reputación en el valor de la marca, del propósito en la atracción de talento o de la confianza en la fidelidad del cliente.
Las empresas líderes ya están profesionalizando esta función desde la dirección de asuntos corporativos: integran métricas reputacionales en la toma de decisiones, utilizan indicadores de marca para medir la contribución al negocio y reportan de forma más transparente sus intangibles.