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closeUn año prometedor
30 de diciembre de 2017
Tengo la sensación de que este 2017 ha pasado volando. Comenzamos el año hablando de la falta de confianza, de propósito corporativo, de narrativa empresarial y de digitalización. Es curioso que, en diciembre, sigamos hablando de estos mismos puntos de anclaje, aunque es cierto que nunca lo hacemos de la misma manera. Las tendencias lo son durante un intervalo corto: o son suplantadas por otras más novedosas o acaban por asentarse y pasan de ser tendencia para convertirse en un imperativo. Nunca están estáticas, se encuentran en una transformación constante. La sociedad moldea y da forma a estas tendencias según sus necesidades y, nosotros, desde Corporate Excellence, intentamos mostraros esos cambios que, por pequeños que parezcan, definen un momento social y empresarial concreto. Saber interpretarlos y aplicarlos a una organización es, sin duda, una oportunidad de negocio.
Desde que presentamos los resultados del Barómetro de Confianza de Edelman a comienzos del año, el discurso sobre la verdad ha evolucionado progresivamente. En nuestro informe Tendencias en Gestión de Intangibles. Approaching the Future destacábamos la necesidad de adoptar un nuevo modelo para dejar atrás los silos institucionales y trabajar con la gente, no para la gente. Por ello, nuestros valores debían estar alineados con las personas, y ser transmitidos a través de un propósito corporativo fuerte y compartido. Ese propósito ha pasado de estar en manos de la directiva a depender de los propios stakeholders: la empresa que mire por todas las personas que forman sus grupos de interés para conocerse a sí misma ya tiene medio camino hecho.
Mientras tanto, la posverdad se definía como el tema de conversación más empleado en los círculos de comunicadores y expertos en medios. Nuestro presidente, Jaume Giró, durante la I Cumbre Iberoamericana de Comunicación, resaltaba precisamente este concepto. Vivimos, efectivamente, el momento de auge de las fake news. Pero todo tiene su parte positiva: cabe destacar que esto ha coincidido con el momento álgido de la transparencia. Nunca antes habíamos estado tan preocupados por ella, incluso a nivel regulador, como demuestra que hace apenas un mes entrara en vigor la Directiva europea de información no financiera.
Como nuestra tarea incluye plasmar esta transparencia en todas nuestras acciones de la mejor manera posible, debemos hacerlo tal y como la sociedad requiere: a través de la narrativa. El storytelling se utiliza para transmitir la marca, para comunicar nuevos productos e, incluso, para hablar de big data. La innovación tecnológica se cuela en todos los departamentos de la empresa, incluyendo el de comunicación.
El nuevo reto de las plataformas digitales debe asumirse e integrarse con nuestro propio modo de hacer las cosas. No hay que elegir entre offline y online: la unión perfecta entre ambos nos hará ganar, tal y como indicó Juan de los Ángeles de C4E en los informes de tendencias que presentó en nuestro encuentro de directivos. Hablar de apocalípticos o integrados, como apuntaba Umberto Eco, no tiene ya ningún sentido: la integración es la única opción posible.
Como decía al principio de este pulse, el año se ha pasado volando. Sin embargo, estoy expectante por saber cómo van a evolucionar estas tendencias a lo largo de 2018. Miro al 2017 con una sonrisa: ha sido un buen año, repleto de cambios y nuevos retos.
Os deseo a todos muy felices fiestas y una buena entrada de este prometedor año que está por llegar.