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closeUn nuevo liderazgo: honesto y con propósito
02 de agosto de 2023
Las expectativas de los stakeholders hacia los CEOs de las empresas han cambiado en el actual contexto de incertidumbre económica y geopolítica. Si durante la pandemia los grupos de interés pedían a los primeros ejecutivos de las compañías más empatía, en la actualidad se pone mayor valor en el liderazgo ético, el buen juicio financiero y en la capacidad de asegurar el bienestar de los empleados; cualidades necesarias para afrontar un complejo mercado laboral, la incertidumbre económica marcada, entre otros aspectos, por la inflación.
Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden del informe ‘CEO Leadership Redefined‘, en el que hemos encuestado a una muestra representativa de empleados, inversores y personas influyentes en el ámbito político con el objetivo de conocer cuáles son sus expectativas en relación con los consejeros delegados de grandes empresas de diferentes sectores.
Para cumplir con dichas expectativas, los CEOs tendrán que encontrar el adecuado equilibrio entre las personas y el beneficio empresarial. Todos los grupos de interés encuestados creen que una fuerza laboral saludable conduce a un negocio más resistente y quieren que los CEOs prioricen aspectos como el bienestar de los empleados y la retención y contratación de talento. De hecho, el bienestar y la salud del empleado se ha convertido en una prioridad que gana importancia en la actualidad.
Sin embargo, los empleados también reconocen que los CEOs, y más en la actual situación, deben prestar mucha atención al rendimiento financiero. Así lo demuestra el aumento del 20% en su interés de que los CEOs se concentren en el rendimiento financiero y la rentabilidad.
Otro tema interesante, especialmente según el grupo de personas influyentes en el ámbito político, es que se espera que los CEOs aborden públicamente temas importantes para el debate público, especialmente cuando esos temas se alineen con los valores y la estrategia de la empresa.
Propósito y reputación
El CEO debe tener un papel protagonista a la hora de implantar el propósito corporativo y llevar a cabo un liderazgo alineado que garantice que éste sea auténtico y creíble. Un propósito claro ayuda a alinear a los empleados, clientes y grupos de interés en torno a una visión y un objetivo comunes y puede ser una poderosa ventaja competitiva, ayudando a diferenciar una empresa de su competencia.
Junto con el propósito, la reputación debe tenerse también muy en cuenta. La mayoría de los grupos de interés encuestados cree que la reputación de un CEO influye directamente en la reputación de la empresa pues tienen un papel imprescindible en la comunicación, en mantener el compromiso de los diferentes grupos de interés y en predicar con el ejemplo. Los líderes deben ser excelentes comunicadores (tanto interna como externamente) para tener éxito.
Las preocupaciones de los grupos de interés evolucionan todos los años, por lo que deben evaluarse de manera constante. Sin duda, la transparencia, la accesibilidad y la frecuencia de la comunicación son algunas de las claves a la hora de abordar los desafíos y los éxitos empresariales. Los CEOs comprometidos que mantienen estas preocupaciones en primer plano tienen un impacto positivo en la reputación corporativa y en el valor empresarial.