BBVA amplía sus retos sostenibles tras pulverizar la meta de financiación Publicado por Unai Admin 18/07/2025 BBVA amplía sus retos sostenibles tras pulverizar la meta de financiaciónA BBVA se le han quedado pequeñas las metas de sostenibilidad que se ha impuesto; tanto, que ya está pensando en revisarlas. El banco presidido por Carlos Torres fue uno de los pioneros en ir más allá de los compromisos internos en defensa del medio ambiente y decidió poner el dinero a trabajar para que sus clientes dispusieran de recursos para enfrentar la lucha contra el cambio climático y la transición hacia una economía más verde. Ahora quiere elevar la apuesta. El compromiso asumido en 2018 de movilizar 100.000 millones de euros hasta 2025 en sostenibilidad es el que centra su meta. El banco ya iba con adelanto cuando hizo el año pasado el recuento de lo que llevaba movilizado entre 2018 y 2020, pero eso no le ha hecho pisar el freno. BBVA ha dado una nueva vuelta de tuerca a su andanada en el primer trimestre de este año y ha sumado más de 8.000 millones de euros extra a la cifra que tenía acumulada. Adelanto Eso supone hacer en tres meses casi la mitad de todo lo conseguido el ejercicio pasado y llevar el total acumulado desde 2018 hasta los 59.000 millones de euros, según los datos oficiales a marzo del banco. Lleva casi el 60% de su compromiso global a 2025 en poco más de tres años y le quedan cerca de otros cinco para conseguir los 40.000 millones restantes. Pero ésta no será la cifra final. El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, ha anticipado que habrá una nueva cantidad más alta a corto plazo. Y no sólo por el deseo de ayudar a la humanidad, sino también a ellos mismos. “Es una prioridad estratégica para nosotros y lo hacemos porque es bueno para la sociedad y para nosotros, pero también porque es rentable y hay mucho negocio. Hay mucho dinero en inversiones sostenibles y numerosos préstamos que dar. Por eso vamos a subir la cifra pronto”, aseguró durante la presentación de resultados del primer trimestre. La mayor parte del dinero movilizado por BBVA ha sido en forma de financiación verde (cerca del 60% del total), pero también hay fondos que han ido a la inclusión financiera y el emprendimiento, a las infraestructuras sociales, al agrobusiness y a otras iniciativas sostenibles. BBVA no es el único banco que se ha visto sorprendido por el impulso que ha tomado el dinero verde. Deutsche Bank anunció hace unos días que adelanta dos años, a 2023, su compromiso de movilizar 200.000 millones de euros en financiación sostenible y eso que la entidad alemana se había puesto esa meta en 2020, mucho más tarde que otras firmas y cuando la marea ESG (siglas en inglés de medioambiental, social y de gobernanza) ya estaba en pleno apogeo. Los bancos de todo el mundo se han dado cuenta de que son la puerta por la que muchas empresas entran en la sostenibilidad y que tienen la responsabilidad “de ayudar a los clientes en la transición hacia el futuro sostenible”, señala BBVA. Con esa idea en la cabeza, la entidad acaba de revisar su plan estratégico para dar un impulso a la sostenibilidad en todas sus vertientes. Lo ha hecho con dos nuevos compromisos. BBVA dejará de financiar a empresas que tengan actividades relacionadas con el carbón. Su exposición será nula antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto de los mercados donde tiene presencia. Para 2050, además, todas sus carteras de crédito y de inversión serán neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero. Y pronto se unirá a estas dos medidas el aumento del dinero a movilizar en ESG. Acompañamiento Para no dejar por el camino a las empresas que utilizan sus servicios y que operan en segmentos más contaminantes, BBVA complementará su estrategia con la asesoría sostenible para cambiar los modelos de negocio. Usará su “posición para influir sobre el comportamiento de los clientes”, destaca. Tampoco olvidará el flanco social. Dentro de su estrategia ESG, BBVA pondrá especial atención en apoyar la prestación de servicios financieros a los colectivos desbancarizados. Abril, I. (2 de junio de 2021). BBVA amplía sus retos sostenibles tras pulverizar la meta de financiación. Expansión, pp. 26. Categorías Fuentes externas Sostenibilidad & Responsabilidad Social Artículos Gobierno Corporativo Sostenibilidad Agenda 2030 & ODS Etiquetas bbva retos sostenibles bank esg expansión agrobusiness visibility 9 thumb_up_alt 0
El clima contra Shell Publicado por Unai Admin 18/07/2025 El clima contra ShellLa tarea de preservar el planeta y limitar el incremento global de la temperatura concierne no solo a los gobiernos, sino también a las empresas y al resto de actores económicos, entre ellos individualmente a los ciudadanos. Un tribunal holandés, en una decisión sin precedentes, se ha encargado de recordarlo, sentenciando a la compañía petrolera Royal Dutch Shell a reducir sus emisiones en al menos un 45% en 2030 (respecto a los niveles de 2019). La compañía se había comprometido previamente a reducir sus emisiones hasta alcanzar la neutralidad climática en 2050, en una senda que el tribunal ha considerado insuficiente. La Agencia Internacional de la Energía, en un reciente informe, ha descrito en toda su crudeza las dificultades de la lucha contra el cambio climático: incluso si todos los países cumplen los objetivos de descarbonización a los que se han comprometido, las emisiones mundiales procedentes del sector energético y los procesos industriales solo se reducirán desde las actuales 33 gigatoneladas de CO2 a alrededor de 22 en 2050, muy lejos de la neutralidad climática y, por tanto, muy por encima de los umbrales de riesgo que señala el consenso científico. La sentencia de Shell se fundamenta en la dimensión global del cambio climático y en la propia naturaleza universal de los derechos humanos. Es positivo que los tribunales, dentro de la necesaria seguridad jurídica, actúen como avanzadilla para exigir un mayor nivel de ambición climática a aquellas empresas y agentes más rezagados. Uno de los criterios de interpretación de las normas es la realidad social del tiempo en el que se aplican. Sin embargo, los pronunciamientos judiciales más audaces evidencian, en muchas ocasiones, las insuficiencias de las normas existentes, cuyos corsés no se adaptan con la suficiente rapidez a la velocidad que exigen los compromisos internacionales. La ley española de cambio climático, aprobada hace tan solo unos días, aunque ambiciosa en muchos aspectos, ha dejado pasar una oportunidad para abordar una de las palancas fundamentales de la transición energética: la responsabilidad corporativa de las empresas y sus obligaciones en cuanto a los denominados criterios ESG, que, por sus siglas en inglés, abarcan el factor ambiental, social y de gobierno corporativo. Las empresas tienen una responsabilidad social que va más allá de la mera maximización del valor de sus accionistas. Corresponde a los reguladores establecer los mecanismos institucionales que permitan que otras partes interesadas, más allá de los gestores, puedan promover la adopción de compromisos climáticos suficientemente ambiciosos por parte de las empresas. El camino hacia la neutralidad climática, largo y complejo, pasa necesariamente por el concurso decidido de todos los agentes económicos. El clima contra Shell. (29 de mayo de 2021). El País. pp. 10. Categorías Fuentes externas Sostenibilidad & Responsabilidad Social Artículos Riesgo Reputacional Agenda 2030 & ODS Reputación & Riesgos Reputacionales Etiquetas clima shell royal dutch shell co2 esg país el país visibility 6 thumb_up_alt 0
Impulso a las políticas no financieras Publicado por Unai Admin 18/07/2025 Impulso a las políticas no financierasEsta década del siglo XXI marcará un antes y un después en el avance de algunas de las tendencias que hacia un buen gobierno corporativo habían venido observándose recientemente, reforzadas por la volatilidad política y económica y las demandas a las empresas y a sus órganos de administración por parte de sus grupos de interés, desde Administraciones a accionistas, inversores, empleados, consumidores y sociedad. Un impulso que, lejos de frenarse por la crisis del Covid-19, ha puesto de manifiesto la necesidad de adoptar más rápidamente algunos de estos cambios. A los desafíos competitivos y económicos existentes, las empresas tendrán que sumar los retos regulatorios para mitigar riesgos. En este sentido, la normativa sigue evolucionando, imponiendo su carácter obligatorio. La Comisión Europea se ha comprometido a revisar la Directiva sobre divulgación de la información no financiera de 2014, tras constatarse que la divulgación de las políticas ambientales, sociales y de gobierno no es suficiente para medir, supervisary gestionar su impacto en la sociedad y el entorno. Por eso, como parte del Pacto Verde, la Comisión Europea ha lanzado una consulta pública para avanzar en este proceso, una revisión que pretende proporcionar datos homogéneos sobre cómo la actividad empresarial impacta en la sociedad y el medio ambiente y cómo se tratan los potenciales riesgos ligados a la sostenibilidad. Cambios Es previsible, según señalaba un reciente estudio publicado por Georgeson y el Club de Excelencia en Sostenibilidad, que los cambios en la Directiva den lugar a un mayor desarrollo reglamentario que contribuya a resolver dudas sobre la aplicación de la ley para que todas las empresas publiquen la información siguiendo estándares comunes. Y es que los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobierno) ganan peso a pasos agigantados, especialmente entre grandes inversores. Gestoras como BlackRock han añadido el cambio climático como eje central de su estrategia de inversión y dejará de invertir en proyectos con elevados riesgos de sostenibilidad. Una política que ya seguían otros inversores como el Fondo Noruego de Pensiones, que no participa en empresas de carbón, tabaco, armamento o aceite de palma. Más de 40 gestoras, entre ellas, Allianz Global Investors, BlackRock Standard Life o Vanguard, se acaban de unir a la iniciativa Net Zero Asset Managers, que ahora agrupa a 73 entidades con 32 billones de dólares en activos bajo gestión, con el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en sus carteras. El marco regulatorio incluye la aprobación en España de la ley que traspone la Directiva europea de fomento de la implicación a largo plazo de los accionistas. En virtud de ésta, los gestores de activos y otros inversores institucionales tendrán que hacer públicas, con carácter anual, sus políticas de implicación y cómo las aplican. Además, los emisores tendrán derecho a conocer la identidad de los accionistas y beneficiarios últimos de los derechos económicos y políticos de las acciones. Se introducirían también las denominadas acciones de lealtad, permitiendo que los estatutos otorguen derechos de voto adicionales a los títulos que haya mantenido su titular ininterrumpidamente durante un mínimo de dos años. Juntas virtuales La digitalización será un reto de los consejos de administración. Espoleada por las medidas sanitarias del Covid, avanza y un ejemplo son las reuniones telemáticas de los consejos y, sobre todo, las juntas de accionistas. Este año, gran parte de las cotizadas españolas celebrará esta reunión de modo exclusivamente virtual. Pero el gran desafío sigue siendo la presencia de mujeres en los consejosy en la alta dirección. La última revisión del Código de Buen Gobierno elevó del 30% al 40% en 2022 el umbral mínimo para la presencia de las mujeres. Aunque sigue siendo una recomendación, frente a la obligatoriedad de países como Francia, que acaba de fijar por ley que deben ocupar al menos el 30% de los puestos de responsabilidad en cinco años y el 40% en ocho años, con una sanción para las empresas incumplidoras equivalente al 1% de su masa salarial. En España, el Ibex apenas supera el 30% de presencia femenina, un porcentaje que aún dista en el resto de las cotizadas. Grandes inversores y proxy advisors (asesores de voto) están tomando medidas en este sentido. Algunos han anunciado que votarán en contra de la reelección del presidente de la comisión de nombramientos en las empresas que no alcancen el umbral mínimo. Como ejemplo, el Fondo Noruego, que ha informado a las empresas en las que participa que las mujeres deben ocupar al menos el 30% de los asientos del consejo y que deben establecer objetivos para la diversidad de género. Esta medida afecta a las más de 9.000 compañías de las que el Fondo es accionista (81 españolas). Medida, A. (27 de mayo de 2021) Impulsoa las políticas no financieras. Expansión, pp 210. Categorías COVID-19 Fuentes externas Diversidad & Inclusión Artículos Reporting no financiero Sostenibilidad Agenda 2030 & ODS Etiquetas activists exxon's políticas financieras covid-19 comisión europea pacto verde georgeson sostenibilidad esg expansión visibility 5 thumb_up_alt 0