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16 abril, 2024
10 acontecimientos clave en geopolítica
Recientes declaraciones de las principales autoridades internacionales en materia de defensa han ayudado a concienciar a la población general sobre la preocupante situación geopolítica global. Con el objetivo de arrojar luz sobre la incertidumbre que esta situación genera en las empresas, EY ha presentado recientemente su Outlook geoestratégico 2024, que lleva por título “¿Cómo prosperar en un escenario de inestabilidad geoestratégica continua?”.
Para responder a esta pregunta, el estudio de EY apunta a dos cuestiones clave: la multipolaridad y la reducción de riesgos. En el caso de la multipolaridad, el informe destaca que las compañías deben desplegar estrategias acordes al previsible incremento del poder de las potencias intermedias y los mercados emergentes, ya que su empoderamiento traerá consigo una resistencia creciente a la hegemonía de grandes potencias como EEUU, China y la UE.
En este escenario con más actores poderosos, el incremento de los riesgos geopolíticos resulta evidente y su reducción se convierte en un imperativo. Así, destaca la tendencia o necesidad existente por impulsar una mayor industrialización que permita reducir la dependencia del exterior y desplegar una política que priorice la seguridad por encima de la economía.
Junto a estas dos variables fundamentales, el informe ofrece un decálogo de acontecimientos geopolíticos llamados a configurar el escenario mundial en 2024:
- El multiverso geopolítico: La escena geopolítica actual es un complicado sistema de filias y fobias en el que se superponen instituciones y alianzas multipolares, complicando la gestión de las multinacionales al generar retos como su adaptación a un nuevo y complejo sistema de poder global.
- La geopolítica de la IA: La revolución tecnológica generada por la irrupción de la IA ha provocado una doble carrera por la innovación digital y la regulación del sector que acrecentará las rivalidades entre bloques.
- Retos para EEUU y China: Pese a sus muchas diferencias, ambas potencias comparten un momento de debilidad interna. En el caso del país norteamericano, la fuerte polarización torpedea la gestión del país, mientras que en el del gigante asiático los retos están en la gestión del crecimiento y la situación financiera. Cómo discurran ambas realidades tendrá un enorme impacto en el panorama geopolítico global.
- Superciclo electoral global: 2024 es el año con más elecciones de la historia, ya que más de la mitad de la población global (54%) está llamada a las urnas. En un contexto de polarización global, el impacto de las elecciones será crucial en cuestiones como la sostenibilidad, la seguridad y la economía internacionales.
- Priorizar la seguridad económica: Las tensiones entre distintas potencias han aflorado la interdependencia de los estados para el abastecimiento de bienes y servicios básicos. Ante esto, los gobiernos protegerán y favorecerán su autonomía productiva para garantizar la seguridad económica de las sociedades, algo que se revelará más claramente en sectores esenciales como la sanidad, la industria y la energía.
- La agenda de diversificación: Ante el riesgo de que la cadena de suministro pueda romperse o debilitarse por conflictos geopolíticos, las grandes empresas están apostando por la diversificación geográfica de la producción y de las distintas etapas de la cadena. Esta decisión favorecerá la inversión en potencias medianas y mercados emergentes y alterará el actual status internacional.
- La geopolítica de los océanos: El mar acoge la mayor parte del transporte comercial, alberga más de 1,4 millones de cables de energía y es fundamental en la generación de energía. La tensión en puntos estratégicos como el mar negro, el golfo pérsico o el mar de China seguirá avivando los choques geopolíticos y complicando la marcha de la economía.
- La competencia por las materias primas: El cambio climático y el riesgo bélico han convertido al agua, los minerales críticos y los alimentos en materias primas fundamentales para la seguridad de los países. Así, los esfuerzos de países ricos en minerales críticos como Namibia se traducirán en su irrupción como nuevos competidores, la sequía avivará las tensiones en las zonas más áridas y países como México seguirán dificultando la exportación de alimentos para proteger el suministro interno.
- Políticas verdes de doble dirección: La coincidencia de cuestiones como la inflación y las elecciones ha forzado a potencias como la UE a ralentizar o suavizar las exigencias regulatorias en torno a la descarbonización para priorizar el rendimiento económico a corto plazo. Además, es previsible que las diferencias regulatorias entre regiones y bloques acrecienten las rivalidades.
- El imperativo de la adaptación climática: Ante el imparable avance del cambio climático, gobiernos y empresas están forzados a desplegar estrategias de adaptación a, superando una fase enfocada únicamente en la mitigación o reducción de gases de efecto invernadero.
Estas situaciones que complican la operatividad internacional de las corporaciones hace que las empresas deban buscar recetas que incorporen tres ingredientes:
- La inclusión de factores geopolíticos en sus modelos y estrategias de negocio.
- El refuerzo de la resiliencia de las cadenas de suministro.
- La adaptación de la estrategia de sostenibilidad a la realidad geopolítica.
Si quieres conocer más detalles sobre el informe geoestratégico de EY 2024, puedes encontrar su resumen ejecutivo en este enlace.