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11 junio, 2025
El liderazgo responsable, diverso y consciente
De nuevo, el liderazgo responsable se confirma como una de las tendencias más importantes para la alta dirección. Así lo recoge el informe de Approaching the Future 2025, lo que hace necesario una reflexión profunda sobre el concepto y la necesidad de adecuación organizacional al mismo.
Desde hace unos años estamos presenciando un cambio de paradigma en el modelo de liderazgo. Desde cualquier ámbito se habla de liderazgo desde una perspectiva que trasciende el hecho de la consecución de los objetivos, para ser el motor de un impacto positivo en las organizaciones y en la sociedad. No basta con conseguir los resultados o ser competente o tener carisma, sino que se debe tener en cuenta el efecto e impacto en el largo plazo de las decisiones, en las personas, en el entorno y en el bienestar general y particular.
El liderazgo responsable: el liderazgo del siglo XXI
El liderazgo responsable puede definirse como el tipo de liderazgo que se enfoca en la toma de decisiones que son éticas, inclusivas, sostenibles y que priorizan el bienestar de todas las partes y personas involucradas. Este tipo de liderazgo no solo busca alcanzar objetivos, sino hacerlo de una manera que respete los valores y principios fundamentales de justicia, equidad y la sostenibilidad.
Las características básicas de este tipo de liderazgo son:
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Empatía social y escucha activa: No solamente con las personas a su alrededor, tanto en el ámbito laboral como social, sino que también debe comprender las necesidades, preocupaciones y aspiraciones de su equipo o comunidad. Practicar la escucha activa desde una perspectiva diversa y poliédrica es esencial para tomar decisiones con impacto positivo y ejercer un liderazgo responsable.
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Ética y transparencia: La honestidad y la integridad son pilares fundamentales de un liderazgo responsable. El liderazgo responsable actúa con transparencia, mediante una toma decisiones basada en principios sólidos y evita caer en prácticas que puedan dañar la reputación de la organización o comunidad. Cabe mencionar que existe una vinculación directa entre la reputación corporativa y la reputación que lidera la organización, o el CEO. Existe un trasvase reputacional.
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Visión a largo plazo: El liderazgo responsable tiene la capacidad de ver más allá de los resultados inmediatos y entiende la importancia de crear un legado duradero. Este tipo de liderazgo es capaz de equilibrar las necesidades del presente con los retos del futuro, buscando soluciones que sean sostenibles y que contribuyan al bienestar a largo plazo de los equipos y la comunidad.
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Compromiso con la sostenibilidad: Ya sea en términos medioambientales, sociales o económicos, un liderazgo responsable promueve prácticas sostenibles. En el contexto empresarial, esto implica la adopción de políticas que reduzcan el impacto ambiental de las operaciones, la promoción de la equidad y la diversidad, o la inversión en el bienestar de las comunidades locales, entre otros principios.
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Toma de decisiones inclusiva: El liderazgo responsable implica tener en cuenta las opiniones y perspectivas de todas las partes interesadas. El liderazgo inclusivo fomenta la participación activa y valora la diversidad, reconociendo que las decisiones tomadas de manera colaborativa suelen ser más adecuadas, efectivas y justas. Además, solamente con la participación de equipos diversos se podrá innovar adecuadamente al ritmo que exigen un entorno tan cambiante como el actual: global, interconectado y extremadamente diverso en términos de culturas, géneros, edades, orientaciones sexuales, capacidades, entre otros aspectos.
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Cuidado y bienestar de las personas: El liderazgo responsable supone asumir la influencia en el cuidado y el bienestar de las personas y el entorno, entendiendo este bienestar en todas las facetas del concepto de "salud” de la Organización Mundial de la Salud: física, psíquica y social.
Diversidad y equidad en el liderazgo responsable
La equidad es el principio que busca garantizar que todas las personas tengan acceso a las mismas oportunidades, sin importar su origen o condición. En el ámbito del liderazgo, este concepto no se limita a tratar a todos por igual, sino que también implica reconocer y corregir las desigualdades históricas y estructurales que pueden existir dentro de una organización o sociedad. Los líderes responsables trabajan activamente para eliminar las barreras que impiden que ciertos grupos tengan acceso a las mismas oportunidades que otros, creando políticas inclusivas que promuevan la igualdad real de condiciones.
El liderazgo que promueve la diversidad y la equidad no solo hace justicia a las personas, sino que también mejora el desempeño organizacional. Los equipos diversos son más innovadores, tienen una mejor capacidad de resolución de problemas y son más resilientes ante los cambios. Además, al promover un entorno de equidad, se fomenta una cultura de confianza y respeto, lo cual aumenta el compromiso de las personas en el equipo y la organización.
Varios estudios refuerzan esta idea. Por ejemplo, un informe de McKinsey & Company titulado "Diversity Wins: How Inclusion Matters" muestra que las empresas con mayor diversidad de género y étnica tienen un 25% más de probabilidades de tener una rentabilidad por encima del promedio. Además, el mismo estudio resalta que las empresas que adoptan una cultura inclusiva son más innovadoras, ya que la diversidad de perspectivas fomenta una mayor creatividad y capacidad de generación de ideas. Este estudio muestra cómo las empresas que fomentan la diversidad en sus equipos son más competitivas y mejor posicionadas para enfrentar los desafíos del mercado.
Bienestar y auto/cuidado consciente en el liderazgo responsable
El bienestar del equipo es una de las responsabilidades más importantes del liderazgo. El liderazgo responsable entiende que el bienestar físico, emocional, social y psicológico de las personas es fundamental para su productividad, creatividad y satisfacción.
Pero el bienestar de las personas del equipo o la organización está estrechamente relacionado con la capacidad de un líder para autocuidadarse. El autocuidado no solo implica la atención a la salud física, sino también al equilibrio emocional y mental. Un líder agotado, estresado o desconectado de sus propias necesidades no podrá proporcionar el apoyo adecuado a su equipo ni tomar decisiones efectivas en la organización o con el entorno social.
Diversos estudios han demostrado que el autocuidado de los líderes tiene un impacto directo en la salud y el bienestar de las personas a su cargo. Por ejemplo, la revista Journal of Occupational Health Psychology afirma que los líderes que practican el autocuidado y gestionan el estrés de manera efectiva pueden mejorar la satisfacción laboral y reducir el agotamiento en sus equipos. Estos líderes son más eficaces en la toma de decisiones y más propensos a crear un ambiente de trabajo positivo.
La clave para un liderazgo responsable efectivo y sostenible también está, por tanto, en el equilibrio entre necesidades propias y ajenas. Para hacerlo con impacto positivo, no es suficiente crear canales de escucha hacia el exterior, sino también generar espacios de autocuidado y reflexión.
Dedicar tiempo a reflexionar, a observar tanto hacia fuera como hacia dentro es una de las características que debemos cultivar, mediante un autocuidado consciente, para poder generar bienestar y cuidado hacia las otras personas de la organización, el equipo y la sociedad en general desde la responsabilidad del liderazgo.