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15 mayo, 2024
Importancia de la dimensión social en los aspectos ESG
El desarrollo económico y social de las últimas décadas ha traído indiscutibles avances para la humanidad, pero también amenazas en múltiples campos. Por esta razón, la preocupación por la Sostenibilidad se ha traducido en una variable de primer orden en la gestión de las organizaciones.
Tradicionalmente, las compañías han enfocado la gestión de la triple vertiente ESG (Environmental, Social & Governance) de la Sostenibilidad hacia la dimensión medioambiental, por cuestiones como la emergencia climática y la exigencia de una sociedad cada vez más sensible a los problemas medioambientales. Esta realidad relegado a los aspectos relacionados con la gobernanza y la sociedad.
La Fundación Seres y la Fundación PwC han elaborado el informe El ámbito Social de los criterios ESG. Guía para la Alta Dirección y el Consejo de Administración con los resultados de una encuesta a un centenar de consejeros de empresas españolas (28% del IBEX 35), a quienes se ha entrevistado en profundidad para extraer información de alto valor. El documento busca ayudar a los consejeros a enfocarse en estos asuntos en un contexto que obliga cada vez más a las organizaciones a introducir una mirada social en su estrategia de negocio.
La preocupación por los aspectos sociales de la ESG vivió su cénit durante la pandemia del Covid-19, pues la preocupación por la vida, la salud y el bienestar se convirtió en protagonista de la conducta socialmente responsable de las empresas.
Aunque la vorágine geopolítica posterior a pandemia produjo cambios globales que volvieron a difuminar la atención a la S de la triple vertiente, el complejo panorama en el que operan las compañías está forzando que, de nuevo, vuelvan sus ojos sobre esta realidad.
Y es que retos como la gestión del talento y la diversidad o el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) se unen a las obligaciones impuestas por la nueva Directiva sobre Reporte de Sostenibilidad Corporativa, que amplía la responsabilidad en materia de derechos humanos a toda la cadena de valor y añade presión al redimensionamiento del ámbito social.
Entre los imperativos de la directiva está que las compañías deben enfocarse en tres grandes objetivos en función de grupos de interés clave:
- Empleados: el trabajo decente debe centrar la vida laboral de los empleados de la compañía y de todos aquellos implicados en su cadena de valor.
- Clientes: las empresas deben cuidar el rol del usuario final de productos y servicios que puedan entrañar riesgos de cualquier tipo para su salud o integridad.
- Sociedad: los derechos humanos han de estar en el centro de la gestión corporativa, promocionando el respeto y entendiendo el papel de las personas como miembros de una comunidad.
En este sentido, la alta dirección es fundamental crucial para impulsar esta vertiente, por lo que su concienciación acerca de la aportación social como parte esencial del valor empresarial se convierte en un imperativo estratégico. Si una correcta gestión de la vertiente social puede convertir a una empresa en un agente de transformación de su entorno, su descuido puede terminar lesionando su reputación y, por tanto, negocio.
El informe, en su voluntad de facilitar la gestión a la alta dirección de las organizaciones, incluye los pasos a cumplir para apostar por el desarrollo de un plan enfocado en los aspectos sociales:
- Incorporar los aspectos sociales en la estrategia de sostenibilidad.
- Determinar las características de los grupos de interés y su materialidad para diseñar una estrategia adecuada.
- Reporting, transparencia y calidad de los datos.
- Disponer de los recursos adecuados, como la formación y el soporte tecnológico.
- Adecuar el perfil y funcionamiento del Consejo para incorporar los temas sociales, con atención a palancas como el apoyo al propósito corporativo, el refuerzo de la marca y de la reputación o el compromiso de los empleados.
En este contexto de incremento de atención a la vertiente social de la ESG, puede servir como hoja de ruta la siguiente propuesta de acción recogida en el informe:
- Priorizar los aspectos sociales en la agenda de gobierno.
- Realizar análisis de doble materialidad: evaluar cómo la empresa impacta a sus grupos de interés y cómo estos afectan a la empresa, considerando aspectos financieros y de impacto social y ambiental para identificar riesgos y oportunidades.
- Seguir las regulaciones y los estándares de sostenibilidad e intentar ir un paso más allá desde la voluntariedad de las organizaciones.
Si deseas profundizar en este relevante estudio realizado por la Fundación Seres y la Fundación PwC, puedes encontrar el documento completo aquí.