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13 agosto, 2024
La ciberseguridad, reina absoluta en los procesos de digitalización
La digitalización avanza a la velocidad del rayo y transforma de un modo u otro las vidas de la población mundial y la manera de trabajar en las empresas. Este hecho y las nuevas amenazas que trae consigo el nuevo panorama en el que operan las compañías, ha convertido la adaptación de las organizaciones en un imperativo para su éxito, cuando no para su propia supervivencia.
Y es que, la digitalización desempeña un papel crucial en las empresas modernas, transformando procesos y mejorando la eficiencia. Permite la automatización de tareas repetitivas, reduce costes y minimiza errores. Además, facilita la recopilación y el análisis de datos y proporciona información valiosa para la toma de decisiones estratégicas. La digitalización es esencial para mantener la competitividad y la adaptabilidad de las empresas en un entorno global en constante cambio.
El informe Approaching The Future analiza anualmente las tendencias intangibles con mayor impacto en la agenda empresarial. En esta edición de 2024, recoge los principales ámbitos de trabajo de las organizaciones en torno a la digitalización.
Ámbitos clave para la digitalización empresarial
- El informe ya advertía en su edición de 2023 de que el fortalecimiento de sistemas de seguridad y la protección de datos se había convertido en una prioridad para las empresas que avanzan en su digitalización. Es previsible que este ámbito de trabajo, que actualmente trabaja el 41,3% de las organizaciones, se consolide y fortalezca por la existencia de graves amenazas a la seguridad de los gobiernos y las empresas, siendo un ejemplo claro y reciente el ataque a Microsoft que el 19 de julio de 2024 provocó la cancelación de decenas de miles de vuelos en todo el mundo y el caos informático de un número incontable de empresas.
- En paralelo al refuerzo de la seguridad digital, las empresas están trabajando en la aplicación de la digitalización a la transformación de su negocio. La necesidad vital de sobrevivir en un entorno casi completamente digital obliga a las empresas a transformar su negocio a la nueva realidad, así como a estudiar las vías para tomar la delantera en un nuevo paradigma empresarial.
- La velocidad a la que ha avanzado la digitalización explica por qué se yerguen como ámbitos prioritarios aquellos relacionados con la formación. Así, la formación de los empleados en capacidades tecnológicas y de ciberseguridad obtiene ya la atención de tres de cada diez organizaciones, poniendo en evidencia la relevancia de poder responder internamente a los retos que la digitalización plantea en cuanto a seguridad y transformación del negocio.
- En una línea muy similar a la anterior y nuevamente relacionada con la seguridad, el cuarto ámbito más trabajado en esta tendencia es la integración de los riesgos de ciberseguridad y tecnológicos en el catálogo de riesgos corporativos. La inclusión de estos riesgos en el mapa común da una idea de su relevancia, como también refuerza el dato de que tres de los cuatro principales ámbitos de trabajo en digitalización se relacionen con la protección de la seguridad y los datos.
Una mirada hacia el futuro segura y ética
Si la popularización de Internet en los 2000 supuso el pistoletazo de salida a la digitalización de las organizaciones, la pandemia de la COVID y la irrupción de la Inteligencia Artificial generativa en nuestras vidas ha supuesto una aceleración vertiginosa que ha creado multitud oportunidades para las organizaciones, que se afanan por adaptarse a un nuevo mundo en el que los consumidores, y competidores, pueden llegar desde cualquier lugar del mundo.
En este complejo y vertiginoso contexto, las compañías están dedicando cada vez una mayor cantidad de recursos de todo tipo a su necesaria transformación digital, pero es necesario tomar conciencia de que todas las cuestiones relacionadas con este ámbito quedan en un segundo plano ante la creciente hegemonía de la ciberseguridad y la gestión de datos, convertidas en elementos cruciales para el desempeño digital y la generación de confianza en los consumidores.
Además, las compañías no deben perder el foco de gestión ética y transparente, también en sus procesos de digitalización. La cantidad ingente de datos que la ciudadanía cede a las empresas entraña un sinfín de conflictos éticos que deben ser gestionados y resueltos por, entre otras, la vía de la regulación. Y, en este punto, es conveniente mencionar el camino abierto por la Unión Europea, que está tomando la delantera en todo lo relacionado con la ética en la gestión de datos.