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02 junio, 2025
Menos plástico, más propósito: la estrategia sostenible de Unilever
Durante décadas, la versatilidad del plástico, su bajo coste y su capacidad para conservar productos revolucionaron industrias y hábitos de consumo. Sin embargo, su éxito ha tenido un alto precio. La cultura del “usar y tirar” ha convertido al plástico en uno de los mayores retos medioambientales de nuestro tiempo, y las empresas que más lo utilizan han pasado a ser el blanco de movimientos ecologistas y de consumidores cada vez más conscientes.
En este nuevo contexto, la sostenibilidad ya no es una opción reputacional, sino una exigencia del mercado. Los consumidores no solo demandan compromiso ambiental, también lo premian con su fidelidad. Y Unilever ha sabido leer esta señal con claridad. A través de una estrategia ambiciosa y sostenida en el tiempo, Unilever está transformando su forma de producir, convirtiendo la sostenibilidad en un auténtico motor de cambio para su negocio.
Un plan con propósito: transformar desde dentro
En el marco de su Plan para una Vida Sostenible, Unilever ha apostado por integrar la sostenibilidad en el corazón de su modelo de negocio. Desde 2017, su estrategia se articula en torno a tres ejes complementarios: reducir el uso de plástico mediante soluciones innovadoras como envases recargables o tecnologías que permiten emplear menos material; mejorar el plástico utilizado, promoviendo la economía circular con materiales reciclados y más fáciles de reciclar; y eliminarlo por completo siempre que sea posible, optando por alternativas sostenibles como el bambú o los formatos sólidos.
Más que un conjunto de medidas aisladas, se trata de una transformación sistémica que exige rediseñar procesos, productos y hábitos de consumo. Este enfoque no solo busca minimizar el impacto ambiental, sino también responder a las expectativas de un consumidor cada vez más consciente y exigente.
Alianzas que aceleran el cambio
Además de transformar internamente su modelo de producción, Unilever ha entendido que avanzar hacia una economía más sostenible también implica abrirse al ecosistema de marcas que ya están liderando ese camino. En lugar de limitarse a impulsar cambios desde dentro, la compañía ha optado por incorporar a su portafolio empresas que nacen con la sostenibilidad en su ADN.
Un ejemplo representativo es la adquisición de Seventh Generation, marca especializada en productos ecológicos para el hogar y la higiene personal. Con fórmulas a base de ingredientes naturales, sin colorantes ni blanqueantes, y envases elaborados a partir de plástico 100% reciclado, esta marca responde a un modelo de producción consciente y transparente. Su propósito -velar por la salud de las próximas siete generaciones- se alinea de forma directa con la visión que Unilever busca consolidar.
Un compromiso que marca la diferencia
En octubre de 2019, Unilever dio un paso más en su hoja de ruta y anunció un compromiso contundente: reducir a la mitad el uso de plásticos vírgenes para 2025, lo que implica un recorte de más de 100.000 toneladas de estos envases. Además, se comprometió a recoger y procesar más plástico del que pone en el mercado, cerrando el círculo de su responsabilidad ambiental. Esta decisión posicionó a Unilever como la primera compañía de bienes de consumo en comprometerse con una reducción absoluta del plástico.
Lecciones para el futuro
La experiencia de Unilever ofrece varios aprendizajes clave para otras organizaciones que quieran abordar los retos del plástico con ambición:
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Escuchar el mercado. La conciencia medioambiental del consumidor ha crecido exponencialmente. Las empresas deben prestar atención a las necesidades concretas y a las expectativas del mercado y tratar de responder a ellas activamente.
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Liderar con el ejemplo. El reto medioambiental puede convertirse en una oportunidad para liderar la transformación sostenible. Reconocer el problema, exponer el impacto medioambiental con transparencia y comprometerse con metas cuantificables son pasos clave para generar confianza y movilizar al sector.
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Innovar con propósito. Innovar, en el caso de Unilever, no ha sido solo una cuestión tecnológica, sino una forma de reafirmar su compromiso con un modelo de consumo más responsable.
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Convertir el compromiso en modelo de negocio. Unilever demuestra que la sostenibilidad no es un freno al crecimiento, sino una palanca estratégica para generar valor a largo plazo.
El caso de Unilever se ha convertido en un referente en sostenibilidad dentro del sector del gran consumo. Su enfoque valiente y sistémico frente al problema del plástico demuestra que es posible combinar propósito, innovación y rentabilidad. Más que una estrategia ambiental, es una apuesta por el futuro.
Descubre el análisis completo del caso de Unilever en este Practice in Action.