TOMS es actualmente una conocida marca de zapatos y complementos con presencia en muchos países del mundo aunque, curiosamente, su historia nace de la ausencia de zapatos en 2006, cuando Blake Mycoskie, un emprendedor norteamericano con cinco startups realiza un viaje a Argentina que le cambia la vida. 

A través de una ONG descubre la situación de miles de niños que viven descalzos y, alertado por esta necesidad e inspirado por las tradicionales alpargatas de la zona, crea «Tomorrow’sshoes». La marca acaba convirtiéndose en TOMS y su slogan: «zapatos para un futuro mejor». 

Pero, su idea iba más allá: quería crear una empresa con ánimo de lucro que usara donativos como modelo de negocio. Por cada par de zapatos vendidos, un niño necesitado recibiría otro par: «one forone» (« uno por uno », en español). De hecho, la originalidad y el éxito del proyecto radica en que no es una compañía con una misión social. Es una misión o propósito social que se articula a través de una compañía. 

¿Qué vas a descubrir en este caso? 

• Conectar con la comunidad. TOMS no aspira solo a vender un producto, sino a crear un movimiento. El 91% de los millennials prefieren marcas con un propósito social y el 72% de los consumidores recomendarían una marca que apoye una buena causa.  

• Saber escuchar las críticas y aprender de ellas. TOMS ha desarrollado la capacidad de responder y enfrentarse activamente a ellas, para salir fortalecido de cada nueva situación. 

• Usar el negocio para mejorar vidas. TOMS es el ejemplo de cómo construir un mundo mejor desde una perspectiva empresarial. El modelo de negocio «one for one» se presenta como más eficaz que una donación ya que el cliente compra algo que le gusta y necesita, y una gran empresa se encarga de ayudar al más necesitado.