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12 June, 2023

Propósito & Cultura

NETFLIX: Una cultura sin normas

Netflix ha marcado un antes y un después en el sector del entretenimiento. La compañía, líder de las plataformas de streaming, no solo ha reinventado la forma en la que se consumen las películas y series, sino que también ha desarrollado una forma de gestión de cultura corporativa que resulta muy innovadora. Libertad, sentido de la responsabilidad e innovación se dan la mano en este modelo cultural que, no exento de críticas también, resulta tan concreto que no parece que pueda ser replicable en cualquier tipo de empresa. 

Tal y como recoge Netflix en su propia presentación corporativa, plasmada en un famoso PowerPoint que constituye todo un paradigma para el mundo empresarial, su filosofía se fundamenta en contar con los mejores y más efectivos profesionales. Así, su modelo de cultura del trabajo evita las reglas, al mismo tiempo que trata de fomentar la independencia en la toma de decisiones de sus empleados, e impulsar la franqueza y puesta en común de información transparente entre todos.

¿Qué vas a descubrir en este caso?

Descubrirás en qué consiste el modelo cultural rupturista de Netflix, que ha sido imitado por otras startups porque ofrece enseñanzas sobre nuevas formas de gestionar el talento. De entre todas ellas, podrían destacar las siguientes:

  • Cultura pública. Publicar los documentos que detallan todos los principios que fundamentan la actividad de una empresa —los denominados «códigos de cultura»— puede impulsar la atracción de talento y la contratación de las personas que realmente encajan en esa cultura. Un código de cultura bien redactado ofrece una explicación de cómo funciona la compañía, la distingue de la competencia. Básicamente, es un documento que explica lo que la empresa espera de los empleados y qué pueden esperar los empleados de la empresa.
  • Cultura apta para startups. La innovadora cultura de Netflix —en cuyo diseño han intervenido más de 100 personas— parece más adecuada para el funcionamiento interno de las startups. El propio Hastings lo explica en Harvard Business Review: «Estamos empezando a aprender a llevar una empresa creativa, lo cual es bastante diferente. Las compañías industriales prosperan con la reducción de la variabilidad (errores de fábrica), las creativas prosperan aumentando la variabilidad (innovación)».
  • Agilidad frente al cambio. La cultura de Netflix es un buen ejemplo de agilidad corporativa, un rasgo muy necesario en un mundo tan inestable como el actual, que vive una etapa de disrupción en muchos ámbitos. Ha sabido adaptarse a gran velocidad a las necesidades cambiantes de los espectadores, evolucionando de una empresa de alquiler de DVD por correo electrónico a un servicio de streaming. Quizá esta transformación no hubiera sido posible si la compañía hubiese estado sumida en protocolos de gestión más rígidos.
  • ¿Un modelo imitable? Una de las críticas que se pueden plantear a la cultura de Netflix es que no es transferible de forma automática a cualquier empresa. No todos los países admiten el grado de transparencia que caracteriza a la sociedad norteamericana, en general, y a su mentalidad empresarial, en particular. Lo que sí podría imitar cualquier empresa es averiguar cuáles son los valores en los que ya cree, darles forma y convertirlos en un mantra organizacional. Después, actuar en consecuencia y contratar a profesionales que encajen con ellos.